martes, 22 de septiembre de 2015

Las Modalidades: Signos Cardinales, Fijos y Mutables.









 

Las Modalidades: Signos Cardinales, Fijos y Mutables

Simbólicamente, el número tres se refiere al establecimiento de una relación entre dos principios que se oponen o que no estaban vinculados entre sí. Por ejemplo, una línea trazada entre dos puntos crea una relación entre ellos. Lo que cobra particular importancia en la naturaleza simbólica del número tres es que la mente lógica y discriminativa tiene dificultad en entenderla, porque el intelecto es divisivo y polar por naturaleza. "Entender" es una función emocional más que intelectual. Viene del corazón más que de la cabeza. Podríamos decir que el número tres es una cualidad del alma más que del espíritu. Mientras más entendemos, más capaces somos de reconciliar y relacionar. Por ejemplo, las palabras que comienzan con el prefijo "re-" (que literalmente significa "repetición") tienden a ser palabras suaves, sanadoras que describen la reunión de algo que ha sido previamente separado: re-cordar, re-lación, re-medio, re-parar, re-solver, re-formar, re-conciliar, re-conocer. El número tres nos enseña que lo verdadero y falso es relativo y que es posible algún tipo de equilibrio entre las fuerzas positivas y negativas, como ocurre, por ejemplo, en las fuerzas de la acción, reacción y equilibrio. Los filósofos griegos usaban el sistema de tesis, antítesis y síntesis es sus retóricas, y el tres existe en la filosofía china que son el yin, el yang y el tao, es la mitad del camino entre los opuestos.
La ley del tres puede ser observada en acción en muchas áreas de la vida. En el deporte, por ejemplo, donde hay dos equipos que se oponen, el árbitro es la tercera fuerza cuya tarea es mediar entre los dos lados y mantener el juego en dirección sin que estalle en conflicto. O en un tribunal de justicia, donde el juez es la tercera fuerza que supervisa y media entre el abogado defensor y acusador, o en la Cámara de los Comunes Británica, donde dos partidos políticos opuestos se enfrentan en debate mediados por el Presidente de la Cámara. Sin estas tres fuerzas no hay posibilidad de obtener una resolución creativa, ya que cada lado tratará incesantemente de conquistar y destruir al otro.
Cuando somos parte de uno de los niveles de dualidad o polaridad, nos paraliza un tipo de indecisión estéril, estática y rígida en la que nos encontramos sopesando los opuestos, identificándonos primero con un extremo y luego con el otro, pero sin ser capaz de encontrar un punto de encuentro entre ellos. Lo que Jung aconsejaba en situaciones como ésta es que primero el individuo debía hacer ambos extremos del espectro totalmente conscientes y sufrir deliberadamente la tensión de los opuestos, ya que "toda tensión de opuestos culmina en una liberación, de la cual surge un tercero. En el tercero se resuelve la tensión y se restaura la unidad perdida". [40] Esta es una idea muy profunda y muy útil por la que regirse, una vez que ha sido comprendida.
Oyente: ¿Quiere decir que no puede haber una solución usando la razón o la lógica?
Clare: Sí. Aunque el uso de la razón y la lógica es una parte esencial del proceso de identificar las distintas opciones y elecciones y las consecuencias de éstos, el intelecto por sí solo no puede dar la solución. Si tenemos suerte y fe en ser capaces de aguantar la tensión de incertidumbre e indecisión, una resolución inclusiva, que no niega ningún extremo del espectro, sino que incluye a ambos, emergerá desde alguna parte que no sea el intelecto. Ésta es la tercera fuerza. Incluso podríamos describir esto como una sabiduría del alma, que por mucho tiempo se ha pensado que tiene tres partes. Se dice que Platón adoptó esta doctrina del alma tripartida de los pitagóricos. Para Platón una parte es espíritu (cardinal), otra es el "deseo de los placeres de nutrición y generación" (fijo) y la última parte es la "razón" (mutable). Cuando cada parte recibe lo que se le debe, el alma vuelve al estado de armonía.
Oyente: Mi hija tiene el Sol en Libra y ella es muy racional y hábil en sopesar ideas hasta que llega a un punto en que queda totalmente paralizada y no sabe qué hacer. Es curioso lo que usted dice, porque he optado por sugerirle que consulte sus problemas con la almohada y espere a que la solución llegue sola. De otra forma, nos atascamos en una discusión de 26 horas sobre lo uno y lo otro, que al final no sirve de nada y terminamos las dos sintiéndonos frustradas y deprimidas.
Oyente: Es una idea interesante, pero cualquiera de las dos maneras involucra sufrimiento.
Clare: Es verdad. La alternativa es identificarse solamente con un extremo del espectro. De seguro calma la tensión en un nivel superficial, pero significa alejarse de nuestra tarea de diferenciación e integración, y no nos ayudará a ocuparnos de la necesidad del alma de equilibrio y armonía.

Naturalezas cardinales, fijos y mutables

En astrología las tres fuerzas o modalidades son conocidos como cardinal, fijo y mutable; o iniciadoras, resistentes y mediadoras o acomodaticias. Exactamente de la misma manera, cuando la carta astral es dividida en tres, el aspecto de 120° conocido como el trígono describe relación, resolución y armonía. Si consideramos los primeros tres signos del zodiaco, la potencia fundamental es Aries, fuego cardinal, seguido por la igualmente poderosa resistencia del segundo signo de Tauro, fijo de tierra, creando una polaridad que solo se resuelve por el signo de Géminis, aire mutable, con toda su habilidad para relacionar, comunicar y mediar entre dos fuerzas opuestas sin tomar partido. El mismo tema se repite con los otros signos del zodiaco, con la energía cardinal seguida por la energía fija y resuelta por la energía mutable, ya sea Cáncer, Leo y Virgo; Libra, Escorpio y Sagitario, o Capricornio, Acuario y Piscis.
Cada signo del zodiaco es cardinal, fijo o mutable. Vean en el diagrama que ahora podemos añadir las modalidades a las polaridades, que nos ofrecen otro nivel de información con el que comprendemos el significado de los signos del zodiaco.

Ya hemos identificado los signos de acuerdo a su polaridad. Las modalidades describen un nivel adicional de orientación y motivación. La motivación del signo cardinal de Aries, Cáncer, Libra y Capricornio es iniciar y lograr. La motivación de los signos de Tauro, Leo, Escorpio y Acuario es resistir y estabilizar, y la motivación de los signos mutables de Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis es adaptar, mediar y reconciliar.
Oyente: ¿Quiere decir que los signos mutables reflejan el significado del número tres?
Clare: Sí, son signos que reconcilian. Los signos mutables no tienen una clara motivación propia que no sea la de permanecer fluidos y flexibles. Es por eso que son tan buenos para mediar entre la "fuerza irreprimible" de los signos cardinales y el "objeto inamovible" de los signos fijos. Los signos mutables son adaptables, ajustables, cambiantes, flexibles e inquietos. Los signos cardinales de Aries, Cáncer, Libra y Capricornio inician y están orientados al logro. Las personas cardinales comienzan nuevos emprendimientos, tienen una visión de lo que ha de lograrse; están automotivados. Se imponen desafíos, quieren liderar y tienen el impulso innato para instigar la acción y poner las cosas en marcha. A los signos fijos de Tauro, Leo, Escorpio y Acuario no les gusta que los presionen. Si se sienten presionados o desafiados, es probable que entierren sus talones en la tierra y no ceder un centímetro. Los planetas en signos fijos son estables y consistentes. Las personas cuyas cartas son predominantemente fijas tienden a ser muy leales con gran capacidad de resistencia y perseverancia. Existe una fuerte resistencia al cambio y dificultad para dejar ir, es decir que pueden quedarse pegados en la rutina. Por otro lado, los planetas en signos fijos pueden hacer que las cosas sucedan, ya que tienen la paciencia para llevarlas a cabo hasta su conclusión lógica.
Los signos mutables de Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis son adaptables, ajustables, cambiantes y flexibles. Los planetas en estos signos tienden a interesarse más en el viaje que en la llegada. También tienden a evadir los conflictos a toda costa, porque no está en la naturaleza de los signos mutables participar en conflictos, excepto como intermediarios. Encontrarán la forma de salirse por la tangente y por lo general no les molesta en lo más mínimo los cambios. 


Una imagen de Philosophia reformata (1622) de Johannes Mylius nos muestra las cuatro etapas de la obra alquímica temporizada según la entrada del Sol en los signos cardinales. La primera etapa es en Aries, la segunda en Cáncer y la tercera en Libra, mientras la cuarta, comenzando en capricornio, simboliza la putrefacción y la fermentación.
Debido a que las modalidades describen orientaciones muy distintas, nos ayudan a entender y a darnos cuenta de por qué las personas responden de distinta manera a la misma situación. Una vez oí un buen ejemplo de esto. Imaginen que tres personas están viajando por una carretera - una cardinal, una fija y una mutable - y se encuentran con que el camino se encuentra bloqueado por una enorme roca. Es posible que el cardinal vea esto como un interesante desafío y escale la roca con equipo de alpinista, llegando directamente a la cima. El mutable simplemente irá bordeando la roca y continuará, o cambiará de dirección y encontrará otro camino. Por otro lado, el fijo pasará cinco años perforando la roca hasta llegar al centro.
Otro ejemplo podría aplicarse a una sala de clases como la nuestra. Imaginen que una tarde llega un tutor nuevo totalmente inesperado. Es posible que las personas mutables piensen: "De acuerdo, esto puede ser interesante. Veamos qué sucede". Las personas de signos fijos son propensas a resistirse: "Nunca nos advirtieron, no lo esperábamos y no es aceptable. Pondremos una queja". Las personas de signos cardinales probablemente querrán desafiar al nuevo tutor para ver si están de acuerdo o no.
Oyente: ¿Diría usted que las personas con la misma orientación son más compatibles? ¿Que los signos cardinales, por ejemplo, pueden llevarse mejor?
Clare: Es una pregunta muy interesante, aunque la respuesta no es muy directa. Creo que es cierto decir que con todas las relaciones hay tanto una atracción por lo que es igual y por lo que es diferente. A menos que haya bastante similitud, no tendríamos razón para entrar en contacto con la otra persona. No seríamos capaces de relacionarnos con ese alguien relajadamente. Sin embargo, si, como yo creo, las relaciones son nuestro gran vehículo para el crecimiento, desarrollo personal y autoconciencia, entonces éstas tienden a ser más poderosas cuando la pareja tiene cualidades y motivaciones que nos faltan en nuestra carta o que están en ella pero que no las expresamos.
Ahora, si echan un vistazo a los siete planetas en sus cartas, descubrirán dónde se encuentra el énfasis de modalidad. Si observamos las cartas ejemplo, notamos que David tiene el siguiente equilibrio modal:
  • Tres cardinales: Júpiter y Sol en Aries, Luna en Capricornio
  • Tres fijos: Marte en Leo, Saturno en Acuario, Mercurio en Tauro
  • Uno mutable: Venus en Piscis
Sally tiene el siguiente equilibrio modal:
  • Uno cardinal: Marte en Cáncer
  • Cuatro fijos: Saturno en Leo, Mercurio, Sol y Venus en Acuario
  • Dos mutables: Luna en Piscis, Júpiter en Géminis.
Esta distribución nos da inmediatamente una idea sobre la orientación innata de David y de Sally. David es mayormente cardinal y fijo, entonces es perfectamente capaz de imponerse objetivos (cardinal) y llevarlos a cabo (fijo). Es una combinación bastante tenaz y poderosa, y puede que haya veces en que necesite el aporte de personas mutables, para que le ayuden a considerar alternativas o maneras de sortear las dificultades con las que se tropieza. La orientación innata de Sally, por otro lado, es predominantemente fija. Es naturalmente leal, confiable y determinada (fija), pero no es una iniciadora innata (falta de cardinal). ¿Hay alguien aquí con fuerte énfasis en signos cardinales?
Oyente: Tengo cinco puntos en signos cardinales.
Clare: ¿Se reconoce como alguien con empuje? ¿Alguien con autodeterminación, automotivado y orientado al logro?
Oyente: Bueno, ahora que lo menciona, creo que sí. Me gusta estar al volante, por ejemplo. Siempre tengo que ser yo el que conduce, ¡literalmente!
Clare: Exactamente. Usted debe ser el que lidera y el que está a cargo. Usted sabe hacia donde se dirige.
Oyente: Me veo como una persona cardinal, pero mi carta no coincide con esta apreciación. No tengo planetas en signos cardinales, pero siempre me he considerado como una persona muy orientada al logro. ¿Cómo es posible?
Clare: Bueno, este es otro ejemplo de la función compensatoria inherente de la psique en aras de nuestro desarrollo a la totalidad e integración personal. Como vimos cuando estudiamos el principio de polaridad, si algo "falta" en nuestra carta natal, no quiere decir que no esté ahí. Más bien, quiere decir que no es una parte innata de nuestra consciencia personal, entonces nos topamos con ella en nuestro trato con el mundo y con otras personas, a menudo con mucha fuerza. Si usted no tiene planetas cardinales en su carta, entonces es probable que no se sienta a nivel personal especialmente cómodo con esta motivación particular. En un mundo ideal, preferiría que otras personas tomaran decisiones y lideraran el camino. Sin embargo, sospecho que tan pronto usted se encuentre participando en el mundo y con otros, las circunstancias coluden de tal manera que termina sintiéndose forzado a liderar. Con muchos planetas en signos cardinales, esto se daría de forma instintiva y se tomaría por sentado, pero sin ningún planeta en estos signos, es probable que se sienta obligado a tomar acción. Puede ser un impulso muy compulsivo y algún tipo de sobrecompensación, lo que puede ser bastante efectivo, aunque incómodo. Tendemos a sentirnos forzados a enfrentarnos con cualquier cosa que falte en nuestras cartas.
Si están trabajando con una carta en la que hay una marcada falta de alguna polaridad o de alguna modalidad, o incluso de algún elemento, entonces siempre es importante prestar atención a este hecho, ya que son los desequilibrios los que nos dan las claves para comprender cómo funcionan las personas en el mundo. ¿Hay alguien con énfasis en signos fijos?
Oyente: Sí. Yo.
Clare: Entonces podemos asumir que usted es una persona muy confiable y que todas sus fortalezas consisten en perseverar con algo y llevarlo a cabo.
Oyente: Tiendo más a terminar las cosas de otras personas que las mías. Es cosa de tiempo, solo tengo siete días a la semana y veinticuatro horas al día, pero al final todo termina por hacerse.
Clare: Presten atención a esa determinación. Dudo mucho que una persona mutable tenga el poder de perseverar y esperar para que algo termine. Es posible que el trabajo que usted termina por otras personas lo comenzaron personas cardinales que ya han pasado al siguiente objetivo. A menudo se dice que los signos fijos terminan lo que los signos cardinales comenzaron.
Oyente: Mi hermana es Escorpio y no cambia por nada. Jamás.
Clare: ¿No resulta fascinante ver qué tan diferente somos? Imaginemos estas tres personas: cardinal, fija y mutable, Planeando unas vacaciones. ¿Cómo actuaría cada uno de ellos y qué tipo de vacaciones escogerían?
Oyente: Bueno, supongo que al cardinal le gustaría un desafío, como turismo aventura, con un objetivo. No tan solo tumbarse en la playa. Podrían ir a hacer montañismo o hacer un tour cultural o una carrera automovilística. De todas maneras, probablemente hacen los planes, conseguir toda la información y tomar decisiones con toda naturalidad.
Clare: Sí, correcto. El mutable tiende a dejar a otros la toma de decisiones y organizar para luego unírseles y "aprovechar el aventón". A solas, es improbable que los signos mutables quieran comprometerse con una acción en particular o con una meta definida con antelación, tal vez prefieran dejar las cosas sin definir hasta el último minuto y conformarse con lo que haya, o ver si algo más sucede. Si un cardinal y un mutable salen de vacaciones juntos, esto podría funcionar muy bien, con el mutable feliz de adaptarse y ajustarse a los planes del cardinal. Aunque la falta de concentración del mutable podría fácilmente enfurecer al cardinal. Por otro lado, el fijo se resistiría a cambiar. Puede que haya ido siempre al mismo lugar para sus vacaciones por los últimos veinte años. Entonces seguro que ustedes pueden ver que el tema de decidir dónde pasar las vacaciones es un potencial campo minado.
Oyente: No estoy muy de acuerdo en algo con usted, porque virtualmente todos mis planetas están en signos fijos y siempre quiero ir a un lugar distinto. Casi siempre me hablan sobre este asunto de los signos fijos y cuán resistente puedo ser al cambio, pero de hecho siempre lo necesito.
Clare: Solo para fastidiar, ¿cómo cree que reaccionaría si su pareja le sugiere que fueran al mismo lugar que el año pasado?
Oyente: No, tenemos que ir a un lugar distinto. De acuerdo, ya veo... Esto me hace una persona fija y resistente.
Clare: Obviamente estamos viendo los extremos, por el momento. Son solo caricaturas, y la imagen real es siempre mucho más sutil. Es poco frecuente encontrarse con ejemplares puros. Sin embargo, solo entender la diferencia entre estas tres orientaciones básicas es de gran ayuda cuando se trata de comprendernos a nosotros mismos y a otros. Nos ayuda a apreciar el hecho de que cada persona tiene su propia orientación innata, que puede no ser la misma que la nuestra, pero que es igualmente válida. Estas tres modalidades tienen sus dones, cualidades y contribuciones que dar, como también sus aspectos más molestos, irritantes y difíciles. Si somos capaces de entender la orientación de una persona, hace la diferencia respecto de nuestra relación con ellos. 


 http://www.astro.com/mtp/mtp81_s.htm



 

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