lunes, 5 de octubre de 2015

La influencia de la Luna sobre la mente. Por Alberto Jaime.






La influencia de la luna sobre la mente

La Luna es considerada un planeta real y tiene a Cáncer como su propio signo, se exalta a 3° de Tauro y el resto del signo es su regencia. Se debilita a 3° de Escorpio. Se encuentra moderadamente fuerte cuando desde el 1er y 10mo día Lunar de la fase creciente del mes lunar. Desde el 10mo al 15avo día Lunar se conoce como Luna llena - un planeta poderoso y fuerte. Desde el 5to hasta el último día de la fase menguante es considerado inarmónico. Como inarmónico esta fuerte si se sitúa en la casas 3, 6, 10 y 11 del horóscopo, especialmente si se encuentra espectado por Júpiter o Venus.
La Luna rige sobre las mucosas y el aire. Su forma de hablar es suave, sensible y tiene ojos finos. La Luna tiene fuerza en Cáncer, Tauro, en su propio día Lunes, en su decanato, su Hora, al final de cada signo, cuando es espectada por planetas benéficos, de noche, en la casa 4 y cuando se declina hacia el Sur. La Luna con todos sus dígitos completa su fuerza en todas las posiciones. La Luna espectada por todos los planetas da a los hombres realeza en su destino. Representa siempre la Madre e indica la fertilidad. La Luna es indicador de muchas cosas y las más importantes entre ellas son: la inteligencia, las flores, los perfumes, las enfermedades, la pereza, la constitución flemática, la epilepsia, los problemas ulcerosos del estómago, la naturaleza de la mente, el corazón, la mujeres, la madre, la infancia, el sueño , la felicidad, los líquidos, la plata, las perlas, la fluctuación mental, la belleza, etc.

La Luna da diferentes resultados de acuerdo a los diferente signos y diferentes casas y los resultados se modifican a causa de los aspectos y conjunciones a la que puede estar sujeta. En signos de Fuego, la Luna produce un mente activa, enérgica, asertiva e idealista. En signos Fijos, la Luna da estabilidad, poder de concentración y la cualidad de la perseverancia de la mente. En signos de Aire, la Luna da inteligencia, expansividad del intelecto, mucha actividad mental, capacidad para contemplar los diferentes asuntos de la vida. La Luna es el indicado principal de la mente y en la carta junto con las casas 5 y 3 y el planeta Mercurio. La ubicación de la Luna en los signos del horóscopo en relación a los diferentes planetas da la estructura psicológica y la aptitud mental del individuo.

La Luna tiene también grados sensitivos en cada signo y son los siguientes: Aries 26°, Tauro 12°, Géminis 13°, Cáncer 25°, Leo 24°, Virgo 11°, Libra 26°, Scorpio 14°, Sagitario 13°, Capricornio 25°, Aquario 5° y Piscis 12°. Cuando la Luna esta situada en esto grados, su período puede causar varias enfermedades físicas o psicológicas.

La Luna en conjunción con el Sol da diferentes resultado en los diferentes signos y casas. Esto indica que existirá un interés muy adicional sobre la casa que se produce la conjunción. Si se ubica en la 1 indica que será muy interesado en su persona y es en la 2 en las finanzas, si es en la casa 5 sobre los hijos, si es la 10 sobre la profesión y las ambiones. En la casa 12 da inclinaciones hacia la filosofía y los estudios ocultos y esta conjunción puede afectar la visión o los ojos.

Los aspectos favorables entre el Sol y la Luna da un buena vitalidad, alegrías y un éxito fácil en la vida. Aspectos negativos entre el Sol y la Luna da muchas luchas y dificultades en la vida y una personalidad indiferente. La Luna en un aspecto favorable con Marte, da mucho coraje, agudeza mental, facilidad para sobrellevar las dificultades de la vida. En aspectos desfavorables produce efectos negativos, mal carácter, una mala moral debido al desgaste mental, un temperamento impulsivo, malas asociaciones y escándalos con las mujeres.

La Luna en buen aspecto con Mercurio muestra sentido del humor, una inteligencia penetrante, aptitud para la lectura o la literatura, arte, astrología, comercio y la diplomacia. Cuando hay malos aspectos indica que tendrá mucha confusión mental, fluctuaciones, timidez y mucha indecisión para hacer sus análisis. La Luna en buen aspecto a Júpiter muestra expansión mental, generosidad, sinceridad, firmeza de la mente, cualidades de liderazgo, interés en la filosofía y ciencias ocultas, muestra bondad, etc. Pero en aspectos desfavorables da muchas luchas en la vida, pobreza, pérdida de sensibilidad. La Luna en buen aspecto con Venus da tendencias artísticas, al teatro, poemas, canto o baile. Uno muestra balance en los afectos hacia los demás. En malos aspectos muestra afectos mal guiados, incompatibilidad matrimonial y muy soñador.

La Luna en buen aspecto con Saturno da mucha paciencia, inteligencia, profundidad en la mente, interés en la filosofía y estudios ocultos; en malos aspectos da impaciencia, nerviosismo, pereza mental, egoísmo y problemas mentales. La Luna en buen aspecto con Urano da una mente inquisitiva, inclinaciones reformistas, originalidad, amplitud de miras, interés en la ciencias modernas, inventos y la astrología. En malos aspectos da excentricidad mental, un temperamento brutal, mal carácter.

La Luna en buen aspecto con Neptuno da una mente soñadora, poética e inspirada, en malos aspectos da inclinación a las drogas, decepciones y comercio en los narcóticos. La Luna en buen aspecto con el Nodo Norte muestra profundidad intelectual, ejercicios espirituales y una mente inclinada a la filosofía. La Luna en conjunción al Nodo sur, si ambos están fuertes da la tendencia a tener una mente diplomática y capacidad para analizar la debilidad de los demás, pero si la Luna se encuentra afectada puede dar problemas psiquiátricos, mucha acidez, torpeza en el intelecto.







http://astrovisor.com/cosmobiologia/influencia-de-la-luna.php







domingo, 4 de octubre de 2015

Descubre tu geografía sagrada y tu sonido sanador. Por Salvador Esteban.








Hoy os dejo un vídeo que si lo veis no os dejará indiferentes.

Metafísica en vena, espero que os guste.











Las casualidades no existen. Por Borja Vilaseca










No somos marionetas en manos del azar. La vida no es un accidente regido por la suerte ni las coincidencias. Por más que nos cueste creerlo, recogemos lo que sembramos. Veamos la vida como un continuo aprendizaje.


Formamos parte de una sociedad materialista, desencantada del mundo en el que vivimos. Por eso, en general solemos creer que nuestra vida es un accidente regido por la suerte y las coincidencias. Es decir, que no importan nuestras decisiones y nuestras acciones, pues en última instancia las cosas pasan por "casualidad". Esta visión nos convierte en meras marionetas en manos del azar.
En paralelo, muchos individuos nos hemos vuelto "nihilistas". No es que no creamos en nada. Simplemente "negamos cualquier significado o finalidad trascendente de la existencia humana". De ahí que orientemos nuestra vida a saciar nuestro propio interés.
Pero ¿realmente la vida es un accidente que se rige de forma aleatoria? ¿Estamos aquí para trabajar, consumir y divertirnos? ¿Acaso no hay una finalidad más trascendente? Lo irónico es que la existencia de estas creencias limitadoras pone de manifiesto que todo lo que existe tiene un propósito, por más que muchas veces no sepamos descifrarlo. No en vano creer que no tenemos ningún tipo de control sobre nuestra vida refuerza nuestro victimismo. Y pensar que la existencia carece por completo de sentido justifica nuestra tendencia a huir constantemente de nosotros mismos.
"Según la ley de la sincronicidad, lo que nos ocurre, bueno o malo, está ahí para que aprendamos algo acerca de nosotros mismos"
Es decir, que incluso estas creencias no están ahí por casualidad, sino que cumplen la función de evitar que nos enfrentemos a nuestros dos mayores temores: el "miedo a la libertad" y el "miedo al vacío". Mientras sigamos creyendo que nuestra propia vida no depende de nosotros, podremos seguir eludiendo cualquier tipo de responsabilidad. Y mientras sigamos pensando que todo esto no es más que un accidente, podremos seguir marginando cualquier posibilidad de encontrar la respuesta a la pregunta ¿para qué vivimos?

DEL POR QUÉ AL PARA QUÉ

"El caos es el orden que todavía no comprendemos"(Gregory Norris-Cervetto)
Cegados por nuestro egocentrismo, solemos preguntarnos por qué nos pasan las cosas, en lugar de reflexionar acerca de para qué nos han ocurrido. Preguntarnos por qué es completamente inútil. Fomenta que veamos la situación como un problema y nos lleva a adoptar el papel de víctima y sentirnos impotentes.
Por el contrario, preguntarnos para qué nos permite ver esa misma situación como una oportunidad. Y esta percepción lleva a entrenar el músculo de la responsabilidad. Una actitud mucho más eficiente y constructiva. Favorece que empecemos a intuir la oportunidad de aprendizaje subyacente a cualquier experiencia, sea la que sea.
Y esto es precisamente de lo que trata la "física cuántica". En líneas generales, establece que "la realidad es un campo de potenciales posibilidades infinitas". Sin embargo, "solo se materializan aquellas que son contempladas y aceptadas". Es decir, que ahora mismo, en este preciso instante, nuestras circunstancias actuales son el resultado de la manera en la que hemos venido pensando y actuando a lo largo de nuestra vida.
Si hemos venido creyendo que estamos aquí para tener un empleo monótono que nos permita pagar nuestros costes de vida, eso es precisamente lo que habremos cocreado con nuestros pensamientos, decisiones y comportamientos. Por el contrario, si cambiamos nuestra manera de pensar y de actuar, tenemos la opción de modificar el rumbo de nuestra existencia, cosechando otros resultados diferentes. El simple hecho de creer que es posible representa el primer paso.

LA TEORÍA DEL CAOS

"El aleteo de una mariposa puede provocar un 'tsunami' al otro lado del mundo" (proverbio chino)
Lo mismo nos sugiere "la teoría del caos". Por medio de complicados e ingeniosos cálculos matemáticos "permite deducir el orden subyacente que ocultan fenómenos aparentemente aleatorios". Dentro de estas investigaciones, destaca "el efecto mariposa". Para comprenderlo, un ejemplo: imaginemos que un chico se va un año fuera de su ciudad para estudiar un máster en el extranjero. Y que al regresar a casa entra a trabajar de becario en una empresa. Allí aparece una nueva becaria, a quien sientan a su lado. Nada más verse, los dos jóvenes se enamoran. Y seis años más tarde se casan, forman una familia y viven juntos para siempre.
En este ejemplo, "el efecto mariposa" estudiaría la red causal de acontecimientos que hicieron posible que el chico coincidiera con la chica en un lugar físico determinado en un momento psicológico oportuno.
Al observar su historia detenidamente, comprobamos que el joven decidió estudiar un máster a raíz de la separación con su exnovia, a quien conoció años atrás en una discoteca. Remontándonos a esa noche de fiesta, destaca que el chico decidió salir con sus amigos tras perder una apuesta. Es decir, si no hubiera perdido la apuesta no habría ido a aquella discoteca y, en consecuencia, no habría conocido a su exnovia. Y si esta no lo hubiera dejado, no habría estudiado el máster, que es lo que le permitió entrar a trabajar de becario. Y fue precisamente este empleo el que le posibilitó conocer y enamorarse de la mujer con la que pasaría el resto de su vida. Perder una simple apuesta le llevó a ganar un amor eterno.

LA LEY DE LA SINCRONICIDAD

"Lo que no hacemos consciente se manifiesta en nuestra vida como destino" (Carl Jung)
Nuestra existencia no está gobernada por la suerte ni el azar, sino por "la ley de la sincronicidad". Esta determina que "todo lo que ocurre tiene un propósito". Pero como todo lo verdaderamente importante, no podemos verlo con los ojos ni entenderlo con la mente. Esta invisible red de conexiones tan solo puede intuirse y comprenderse con el corazón.
La ley de la sincronicidad significa que "aunque a veces nos ocurren cosas que aparentemente no tienen nada que ver con las decisiones y las acciones que hemos tomamos en nuestro día a día, estas cosas están ahí para que aprendamos algo acerca de nosotros mismos, de nuestra manera de disfrutar la vida".
De ahí que mientras sigamos resistiéndonos a ver la vida como un aprendizaje, seguiremos sufriendo por no aceptar las circunstancias que hemos cocreado con nuestros pensamientos, decisiones y acciones. No existen las coincidencias. Tan solo la ilusión de que existen las coincidencias. De hecho, "la ley de la sincronicidad" también ha descubierto que "nuestro sistema de creencias y, por ende, nuestra manera de pensar determinan en última instancia no solo nuestra identidad, sino también nuestras circunstancias".
Por ejemplo, que si somos personas inseguras y miedosas, atraeremos a nuestra vida situaciones inciertas que nos permitan entrenar los músculos de la confianza y la valentía. Así, los sucesos externos que forman parte de nuestra existencia suelen ser un reflejo de nuestros procesos emocionales internos. De ahí la importancia de conocernos a nosotros mismos.

LA LEY DEL KARMA

"Cada uno recoge lo que siembra"(Buda)
Si bien la "física cuántica", "la teoría del caos", el "efecto mariposa" y "la teoría de la sincronicidad" son descubrimientos científicos llevados a cabo en Occidente a lo largo del siglo XX, lo cierto es que no tienen nada de nuevo. En Oriente se llegó a esta misma conclusión alrededor del siglo V antes de Cristo. Según los historiadores, por aquel entonces se popularizó "la ley del karma", también conocida como "la ley de causa y efecto".
La ley del karma afirma, en esencia, que "todo lo que pensamos, decimos y hacemos tiene consecuencias". De ahí que en el caso de que cometamos errores, obtengamos resultados de malestar que nos permitan darnos cuenta de que hemos errado, pudiendo así aprender y evolucionar. Y en paralelo, en el caso de que cometamos aciertos, cosechemos efectos de bienestar que nos permitan verificar que estamos viviendo con comprensión, discernimiento y sabiduría.
Esta es la razón por la que los sucesos que componen nuestra existencia no están regidos por la "casualidad", sino por la "causalidad". Según "la ley del karma", cada uno de nosotros "recibe lo que da", lo que elimina toda posibilidad de caer en las garras del inútil y peligroso victimismo.


PARA 'VER' LA CAUSALIDAD

1. LIBRO
- 'El misterio de las coincidencias', de Eduardo Zancolli y Deepak Chopra (RBA). Un libro que expone de forma clara los últimos descubrimientos acerca de las leyes que rigen las causalidades de la vida. Según los autores, lo que nos sucede tiene la función y la finalidad de que aprendamos y evolucionemos.
2. SERIE
- 'Perdidos', de Jack Bender y otros directores. Un grupo de seres humanos sobrevive a un accidente de avión en una misteriosa isla. La trama gira en torno a la función que tiene el destino en sus vidas. Todos ellos se verán confrontados con las decisiones que tomaron en su pasado, viendo la manera de aprender y redimirse en el presente.
3. CANCIÓN
- 'Karma police', de Radiohead. El nombre proviene de una broma de los miembros de la banda, quienes frente a cualquier conducta indebida a lo largo de la gira de su disco 'OK computer', en 1997, bromeaban y decían: "No importa, tarde o temprano, al responsable se lo va a llevar la policía del karma".



 http://elpais.com/diario/2011/03/06/eps/1299396413_850215.html



sábado, 3 de octubre de 2015

La Astrología, una Ciencia Iniciática. Por Samuel Morett.










La Astrología, una Ciencia Iniciática


La Astrología es una herramienta para el conocimiento de uno mismo y la realización personal en esta vida. Nos ayuda a descubrirnos, a comprender de dónde venimos –no geográfica e históricamente, sino espiritualmente-, quiénes somos –no científicamente, sino humanamente- y hacia dónde vamos –no teórica, sino realmente-, entonces podremos descubrir la información que nos llevará por el buen camino, el “libreto” de nuestra vida.
Como almas seleccionamos el momento para nacer. Elegimos un “programa humano de vida”, nuestra carta natal kármica, decidimos encarnar en esta tierra en un momento y lugar determinados. Hemos venido aquí a aprender ciertas lecciones que nos permitan avanzar en nuestra senda espiritual y evolutiva. Seleccionamos nuestro sexo, el color de nuestra piel, nuestro país y nuestra religión particular –de acuerdo a nuestra disponibilidad mental-, y luego buscamos específicamente los padres que favorezcan nuestro trabajo espiritual en esta vida.
La naturaleza es una totalidad orgánica y con análisis apropiado es posible establecer la causa de cualquier hecho. El camino hacia fuera se descubre yendo hacia dentro. Toda persona tiene su propia misión en la vida. Eres la única oportunidad que tiene el Mundo de contar con alguien como tú. Hay un espacio destinado para cada cual que no puede ser ocupado por otro ni quedar vacío; tu lugar te pertenece desde antes de tu concepción, que ha sido programada para que tu ser desarrolle sus atributos en el contexto más propicio. De modo que la tarea de cada uno es tan única como su oportunidad específica para llevarla a cabo. Tú formas parte de un sistema en el que todo ser desempeña un papel necesario, por pequeño y humilde o fugaz que este pueda parecer en el concierto de la Humanidad. La tarea principal del hombre en la vida es darse a la luz, a sí mismo, convertirse en lo que potencialmente es.
La Astrología no es una ciencia técnica. Una técnica siempre es muerta; puede ser agregada a nosotros, aprendida; pero un proceso siempre es vivo. Crece, se expande. La Astrología es un proceso creciente, no una técnica. Es un proceso de autoconocimiento y autotransformación, es una ciencia INICIÁTICA. Pero es importante diferenciarla de los horóscopos. La técnica es repetitiva, la existencia nunca lo es. A mayor técnica mayor mecanicidad. La técnica debe ser un instrumento al servicio de la VIDA. Ser astrólogo no es un trabajo, no es algo que haces, es algo que eres, una forma de ser, un estado de conciencia.
A través del conocimiento de las Fuerzas sutiles de energía que fluyen por el universo, podemos componer nuestra vida para alcanzar nuestras metas. El propósito definitivo de la Astrología es ayudar a que la gente comprenda de qué manera puede cambiar su vida en una dirección donde encuentre felicidad, realización personal y desarrollo



 http://www.samuelmorett.com/articulos/la-astrologia-una-ciencia-iniciatica/



viernes, 2 de octubre de 2015

Astrología de las relaciones. Por Jacinto Hermoso.











ASTROLOGIA DE LAS RELACIONES 

(Como los astros influyen en nuestra elección de  pareja)
El encuentro entre dos personalidades es como el contacto entre dos sustancias químicas. Si hay alguna reacción, ambas serán transformadas...” C.G.Jung.

¿Que mecánica nos mueve a relacionarnos con determinados tipos de persona? ¿Que esperamos de una relación de pareja? ¿por que se degradan las relaciones y sentimos insatisfacción respecto al ser amado? ¿por que muere el amor? ¿como pasa el ser más querido a ser el más odiado? ¿Quién no se ha hecho estas preguntas en alguna ocasión?
 La respuesta, en la inmensa mayoría de los casos, es la misma.
¿Que mecánica oculta... La inconsciente.
¿Quien es ese sujeto que... Un inconsciente.
¿Que esperamos de... Que no sea tan inconsciente.
Incluso la cuestión de: ¿Quién no se ha hecho estas preguntas? también tiene esa respuesta: alguien inconsciente.. La visión astrológica nos permite profundizar en ese "inconsciente", identificarlo,  llevarnos bien con él- integrarlo-  y que deje de gobernar nuestras conductas o  la totalidad de nuestras vidas.
El pensamiento astrológico contempla entre otros, tres elementos básicos en el área de pareja. Estos motivos o dinámicas de relación !que como no! son organizados por el inconsciente, nos hacen danzar con su música en las relaciones.
En primer lugar, las relaciones lunares, influenciadas por las pulsiones de la luna. Están marcadas por la necesidad. En segundo lugar, las relaciones propiciadas por la casa siete o el descendente. Estas, vienen marcadas por la proyección. Y por último, las relaciones  enmarcadas por la descripción psicológica de nuestro Venus. Estas últimas deberían ser nuestra meta, es el tipo de relación más sano que podemos establecer en el ámbito de la pareja. Son relaciones por las cuales queremos al otro, no le necesitamos, tan sólo lo queremos.
 ¿Qué tipo de relaciones se identifican regidas por la luna? Depende del signo y casa donde el sujeto tiene la luna en su carta natal. La principal característica se resume en: necesidad.
 La luna indica nuestras necesidades emocionales y nuestro primer estadio de relaciones, viene marcado por ella. Esta fase es un punto de transición para dejar el mundo lunar, la familia de origen, soltar la protección de la madre y su universo matriarcal que nos cubre todas las  necesidades. Este reino debe ser abandonado para poder individualizarnos. Si no somos capaces de superar las necesidades, no podemos crecer. Nos embarcaremos en relaciones marcadas por nuestras historias personales. Estas condicionan siempre nuestra libertad para elegir: Busco lo que no recibí de niño. Doy lo que recibí de niño. Si no recibí nada, pido todo del otro. Si el niño no quedó satisfecho en su infancia su pulsión será "Demando todo y no doy nada." Así embarcado en esta relación lunar busco un "padre o madre" sustituto. ¿Funciona? Puede, pero mal.. Son relaciones "pan y circo". Relaciones cuando menos, incompletas. Cuanto más, frustrantes.

El segundo estadio, marcado por la casa siete,es de proyección. La casa séptima nos explica quien es el personaje que atraemos, pero también nos habla de la aparición del primer otro significativo, papa. Esta aparición del padre, en la mayoría de las ocasiones la trasladamos a la pareja.
En la casa siete, la relación de pareja se convierte en un espejo. "Mi pareja es el reflejo de esa parte que yo no puedo ver de mí mismo" Proyecto sobre el /ella. Le atribuyo todas mis carencias psicológicas no resueltas, mis bloqueos, mis miedos. Si no puedo darme cuenta, interrelacionarse con el otro se convierte en una batalla que termina en incomunicación, fracaso, aislamiento, se vuelve un infierno. Esta es la gran paradoja del amor, porque esas cualidades que tanto admiro en el otro, suponen nuestras propias carencias emocionales. Son relaciones de aprendizaje desde el vehículo de experiencia que es el otro.
Evolucionamos desde el reflejo. El otro no es más que un espejo en el que si soy honesto puedo ver mis grandezas y mis miserias.
Si todo sale bien, si se aprende de las vivencias, el tercer estadio en la experiencia de las relaciones viene auspiciado por Venus.
Venus por signo y casa hace visible lo que me gusta, donde reside el placer. La concreción de lo que deseo. Cuando identificamos y hacemos conscientes las diferencias que generan tensión en la  pareja, la razón por la que nos sentimos defraudados, insatisfechos, celosos... comenzamos a comprender cómo se generan las conductas que llevan al fracaso y la separación. Comprenderlo nos dará la oportunidad de abordar y cambiar estas situaciones.
Ahora bien, si no establecí una clara diferencia entre quiero y necesito, en vez de actuar desde Venus actuó desde la luna. de este modo, la elección de pareja es, inconsciente, sentimos que nuestro objeto de deseo va a satisfacer todas y cada una de nuestras necesidades y carencias emocionales. Las mismas que no fueron complacidas en la infancia. Si esto es así volvemos a relacionarnos con el legado emocional que nuestros padres nos entregan. Por desgracia, lo seguimos repitiendo, si la relación fue tortuosa, las respuestas que establecimos en el triángulo papa-mama-hijo, siguen presentes de adultos. Por su parte, nuestra pareja, suma sus propios complejos y carencias a la relación.
¿podremos establecer alguna relación de pareja sana?  ¡por supuesto!. ¿la receta? hacer conscientes nuestras heridas infantiles, recuperar al niño interior, abrazarle y decirle, ya no estas solo, te quiero, nunca te abandonaré. Este es el primer paso hacia la resolución de los conflictos, no solo de pareja, no solo con los demás, sino con uno mismo.

La clave es expresar lo que sentimos, no lo que necesitamos, y menos aun de modo criptico.Esperamos que el otro adivine nuestras necesidades y no las mostramos por temor,Simulamos que no necesitamos nada,cuando en realidad somos niños desvalidos.
Cuando nos damos a una relación, se magnifican nuestros anhelos.  La necesidad de abordar cuestiones básicas de como somos y por que actuamos “así” nos obliga a explorar con más profundidad dentro de nosotros mismos. Se hace imprescindible ahondar en nuestra historia personal. Esta es la única vía para Ser. Comprender al otro y comprendernos a nosotros en función del otro. En función del espejo que el otro representa.
La pareja es la situación vital en la que cada uno pone en escena sus dinámicas personales mas profundas. Abriéndose el alma de forma descarnada. En pareja sale a la luz lo que somos y lo que negamos que somos, lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Nuestras carencias y valores. Nuestras debilidades y fortalezas. Las luces y las sombras.
Todo lo representamos en el escenario de la pareja. Y es aquí donde la astrología explica, orienta, ilumina y sana desde el autoconocimiento.

En palabras de Jung:la astrología representa la suma de todo el conocimiento psicológico de la antigüedad.

  Jacinto Hermoso.Marzo 2015.



 http://www.hemisferioderecho.info/blogs/articulos-de-salud/7478-astrologia-de-las-relaciones-jacinto-hermoso.html


jueves, 1 de octubre de 2015

Somos perros verdes ?. Una reflexión.









Estaba pensando en el colectivo de astrólogos como si fuéramos una manada de perros verdes.....cada uno con su parcela de saber como si fuera una propiedad privada.

Lo estaba pensando y me estaba riendo, porque creo que la cosa se ajusta bastante a la realidad y me hace gracia.

Todos tenemos la fórmula magistral de la coca cola que debe perpetuarse en secreto de padres a hijos, no vaya a ser que los rusos lleguen primero a la Luna.

Perdonad mi texto irreverente, pero ya tengo una edad y cada día menos vergüenza.....de hecho es un texto provocador para crear debate.

Porque señores, aunque seamos perros verdes también tenemos derecho a una vida digna y a no ir llorando por las esquinas como algunos hacen.

Si Morin levantara la cabeza y viera las herramientas de las que disponemos hoy en día, se moriría ( otra vez ) de envidia.

Como lo veis compañeros y compañeras ?.





Cinco razones para creer en la Astrología. Por Inés Rodríguez Hidalgo











Cinco razones para creer en la Astrología


Dra. Inés Rodríguez Hidalgo
  

De las disciplinas cuya denominación comparte la misma raíz, Astrología, Astronomía y Astrofísica, la primera ostenta el nombre con más tradición y resonancia científica: etimológicamente Astrología significa tratado de los astros, como Biología es el tratado de la vida o Geología, de la Tierra. Sin embargo, la Astrología va más allá de la pura explicación de cómo funciona el mundo y ofrece al hombre algo esencial en lo que depositar la fe.
En esta conferencia se aportan cinco razones que pueden justificar la creencia en la Astrología, cada una de las cuales se refiere a una o varias ramas del saber, lo que subraya la natural conexión de la Astrología con muy diversas ciencias y artes. La primera de tales razones es de orden epistemológico: con respecto al rigor científico de este conocimiento milenario es preciso recordar que Astrología y Astronomía fueron lo mismo en su origen, y que grandes astrónomos como Ptolomeo o Kepler realizaron prácticas astrológicas muy sofisticadas y precisas. La segunda razón es de índole psico-sociológico y será de especial interés para quienes, en el marco de la religiosidad, de la profundización filosófica, o sencillamente del crecimiento personal, estudian y persiguen la armonía entre el ser humano y su entorno: la Astrología establece conexiones entre el hombre y el Cosmos, considerando y analizando el influjo de éste sobre aquél. Tendencias actuales, aunque con ancestrales raíces, enmarcadas en el amplio ideario de la New Age reconocen tales influencias, no exentas de lógica desde el punto de vista puramente científico (recuérdese, por ejemplo, el efecto de las mareas sobre las masas de agua de nuestro planeta). Para defender la creencia en la Astrología puede argumentarse también que al ser humano le tranquiliza saber que su destino no es responsabilidad exclusivamente suya, sino que puede estar escrito en las estrellas o ser, cuando menos, inspirado por éstas. No es ésta una afirmación obvia o frívola, ya que hace referencia a sentimientos y esperanzas, legítimo objeto de estudio de la Psicología cuya complejidad sitúa su investigación en las fronteras mismas de la Ciencia. Es posible argüir, en cuarto lugar, que la Astrología ocupa un lugar privilegiado entre las disciplinas científicas, ya que incorpora conocimientos procedentes de la Mitología, el Arte, la Psicología... Esta multidisciplinariedad constituye un valor añadido que hace a la Astrología menos fría y alejada del hombre que otras ciencias. La quinta razón tiene especial importancia en el contexto histórico, social, cultural, económico... que nos ha tocado vivir. En un mundo en continuo cambio, progresivamente deshumanizado y amenazado por el dominio de las máquinas, la Astrología, al desvelar inclinaciones de nuestra personalidad y carácter, ayuda al ser humano a profundizar en el conocimiento de sí mismo, y abre vías de compatibilidad con otros semejantes que favorecen la construcción y mantenimiento del entramado social.
No obstante, ciertas cuestiones incómodas podrían proyectar sobre la Astrología sombras de duda: ¿'funciona' esta disciplina aunque sus principios se basen en una visión geocéntrica del mundo superada desde Copérnico?; ¿son doce las constelaciones zodiacales o habría que incluir, como mínimo, una más, según la Unión Astronómica Internacional?; ¿qué hay de la Astrología hindú o la china?; ¿por qué todos los signos duran aproximadamente lo mismo si sus correspondientes constelaciones tienen muy diferentes extensiones sobre el cielo?; ¿qué ascendente tiene alguien nacido en diciembre en Laponia?; ¿las fechas de comienzo y final de los signos no deberían haberse desplazado hacia atrás en el tiempo debido a la precesión de los equinoccios?; ¿ha evolucionado la Astrología?; ¿qué ha aportado a la Ciencia?; ¿qué clase de influencia ejercen los astros sobre el ser humano?; si es de naturaleza gravitatoria, ¿por qué el horóscopo no considera también la presencia de masas próximas al nacido como la madre, la matrona o el hospital?; si influye la radiación electromagnética, ¿por qué no cuentan el Sol o la lámpara del paritorio?; ¿será el magnetismo (aunque haya planetas de gran relevancia astrológica que no lo exhiben) o la emisión de partículas (sólo vienen desde el Sol)?; ¿hay que considerar los satélites de otros planetas, los asteroides, los cometas?; ¿existe correlación significativa entre el signo zodiacal y la profesión?; ¿eran erróneos los horóscopos elaborados antes del descubrimiento de Neptuno en 1781, Urano en 1846 o Plutón en 1930?; ¿cuentan también los recientemente descubiertos Quaoar y Sedna?; ¿y las galaxias lejanas?; ¿tiene realmente éxito la Astrología como práctica predictiva de acontecimientos?; ¿y como descriptora de rasgos de la personalidad?; si lo crucial es el instante del nacimiento, ¿está el feto en el vientre materno a salvo de las posibles influencias negativas y podría elegirse un momento astrológicamente propicio para el parto?; ¿los más de seis mil millones de terrícolas se clasifican esencialmente sólo en 12 tipos de personalidad?; ¿no será discriminatoria la Astrología?... Quizá merezca la pena pensar más seriamente en qué creer.