Estaba pensando en la importancia que tiene el pensamiento filosófico que subyace en la actividad de las personas que se dedican a la Astrología.
Filósofo, etimológicamente significa " amigo de la Sabiduria ".
Así pues, posicionamientos sectarios, dogmáticos e intransigentes, estarían fuera del abanico filosófico.
Como dijo Ortega :" Yo soy yo y mis circunstancias ".....si extrapolamos esa cita a cada astrólogo en particular podremos observar de que fuentes ha bebido y si lo que transmite es lo suficientemente cristalino como para tomárselo en serio.
Porque errar es humano, ya lo sabemos, pero lo ideal sería errar de una forma puntual y no continuada.
Ahí lo dejo por si os apetece comentar.
Vamos a ver la RS de Rafa Nadal que vence el día 3.06.2016, a tenor de los resultados exitosos que está teniendo este año, otra vez.
Primero miraremos las Direcciones Primarias en Sinastría al tema natal.
Tenemos el Ascendente de Primarias en Término de Venus, haciendo oposición al Sol en Géminis.
En la natal, Venus y el Sol están peregrinos.
No obstante hay una Primaria de Marte que hace un Trígono partil a Mercurio.
Marte en la natal está en exaltación y Mercurio en Domicilio.
A su vez, Mercurio, rige la casa X, la del éxito profesional.
El declive de Nadal, como se postulaba, no está ni mucho menos en evidencia, a tenor de sus resultados.
Veamos el gráfico triple.
Para empezar Marte es el señor del año por Profección, y ese Marte le da alas durante este año.
Un año importante como demuestra la Sinastría con la RS, donde el Ascendente repite ubicación en Escorpio, Saturno en Sagitario y casa I, Géminis en la cúspide de la X, y Mercurio otra vez en Domicilio conjunto al Sol.
Habrá que ver la RS de 2016, pero durante este año se están cumpliendo las expectativas.
Cabe pensar que la Primaria de Marte sobre Mercurio, repercutirá positivamente también durante el año próximo.
Tenía 22 años cuando comencé a estudiar Astrología, para mi ese conocimiento era el summum del Conocimiento y yo no me veía digno de acceder a él.
Cuantas noches pensando para descubrir el quid de la cuestión, como desentrañar la Verdad que transmitian esos símbolos, y lo que es más importante , como transmitir esa Verdad de una forma útil para el consultante.
Los astrólogos eran para mi como una suerte de sabios, personas a las que admiraba solo por el hecho de dedicarse a aquello que a mi tanto me fascinaba.
Con el tiempo ese idealismo de juventud ha ido cayendo por su propio peso, he tenido la suerte de conocer a astrólogos sabios y a otros que a mi no me lo parecen.
También he tenido la suerte de cruzarme en el camino a personas que me han enseñado una Astrología útil y eficaz, y quiero hacer aquí una mención especial a Pepa Sanchis.
Sigo aprendiendo, porque uno nunca llega a aprenderlo todo, y me sigo sorprendiendo cada día con nuevos matices y hallazgos en esta disciplina.
Os invito pues a entrar en este mundo, donde las cosas se " ven " desde la misteriosa sabiduría de los símbolos astrológicos.
Una experiencia mágica, para mi.
Regencia y exaltación del Sol: el sendero del héroe
Por Silvia Ceres
Cada relato heroico presenta -más allá de los rasgos propios del
protagonista y su aventura- un núcleo estructural común. Desprendido de
su entorno por alguna circunstancia inmanejable -en general superior a
la voluntad de sus padres- es adoptado y criado en un medio
aristocrático, y en cierto momento de la vida retorna a su lugar de
origen para encontrarse con la escena que lo constituirá como héroe.
Pensemos en Moisés, por ejemplo. Los hebreos viven en Egipto en
estado de esclavitud y servidumbre. No contento con ello, el Faraón dio
la orden de matar a todos los varones que nazcan. Un niño de la tribu de
los Leví fue escondido por su madre durante tres meses, pero no
pudiendo ocultarlo más, fue echado al río en una cesta. Allí será
recogido y criado por la hija del Faraón. Luego de numerosas
vicisitudes, recibe un mandato superior: ponerse a la cabeza de su
pueblo y llevarlos de retorno a Canaán, la Tierra Prometida.
Veamos qué pasa con Edipo, un mito indo - europeo, diferente al de
Moisés, que pertenece a la tradición semítica. No obstante, pueden
reconocerse los rasgos estructurales mencionados al principio.
Layo, rey de Tebas desposa a Yocasta. De la unión nace Edipo, quien,
al decir del oráculo de Delfos, matará a su padre y se casará con su
madre. Desafiando al destino, Layo ordena dejar al niño abandonado y
condenado a una muerte segura. El sirviente se compadece de la criatura y
lo entrega a unos pastores y así llega hasta Corinto, donde se cría
como hijo del rey Pólibo. Siendo ya un adulto, Edipo consulta al oráculo
que reitera su profecía. Decide partir de Corinto y no ver más a quien
cree su padre. Camino a Tebas, se cruza con unos hombres, discute con el
jefe de ellos y lo mata.
La ciudad se encuentra asolada por la Esfinge quien propone un enigma
que nadie dilucida. Edipo la enfrenta, le responde, la vence, se acaba
la hambruna, se casa con la reina y termina de cumplir con la profecía
del oráculo, ya que por el camino mató a su padre y se casó con su
madre.
Sin duda existen muchos otros ejemplos de relatos del héroe que
parte, ignora quién es, es criado como príncipe y luego retorna a sus
orígenes.
¿Pero qué tiene que ver este periplo con la regencia y la exaltación del Sol?
Numerosos textos afirman una y otra vez la relación existente entre el recorrido zodiacal del Sol y el mito del héroe.
Ahora bien, si observamos el signo de su regencia -Leo-, veremos que
el signo anterior, el que deja detrás es Cáncer, regido por la Luna. De
manera que aquí podría verse la primera parte de la constitución del
personaje heroico: alguien que da la espalda a su origen -Cáncer- e
ignorando su pasado -Luna- comienza a afirmarse en un lugar regio.
Como metáfora de Leo -domicilio del Sol- es bastante explícita. Dejar
atrás las sombras, las ambigüedades, el mundo subjetivo y emocional de
la Luna para tornarse un ser luminoso, claro, seguro de sí y de su
destino. Soy el que soy, dice quien ha perdido su sombra.
Nueve signos más adelante, encontramos la exaltación del Sol en
Aries. Interesante número de cierre de ciclo y retorno al cero: nos
recuerda el lapso de un embarazo y el significado de la casa astrológica
de igual número -búsqueda trascendente, filosofía, religión, valores de
vida, ligazón a lo Absoluto-.
Pero en la exaltación, las luminarias invierten su orden, primero se
ubica el Sol -Aries- y luego la Luna -Tauro-. De manera que la búsqueda
trascendente del héroe se relaciona con retornar conscientemente a su
origen y cumplir con su destino -como Edipo- o con el mandato de Dios
-como Moisés-.
Ahora bien, el paso siguiente plantea utilizar lo dicho hasta aquí
para perfilar mejor la diferencia entre regencia y exaltación, asunto
que hace tiempo los textos astrológicos han dejado de definir, y que en
lenguaje coloquial se resuelve fácilmente diciendo que el planeta tanto
en una posición como en la otra "está bien" o "está cómodo".
Ciertos autores tradicionales sostienen que la exaltación hace que el
planeta se manifieste a través de acontecimientos que llegan antes de
tiempo, o superan al individuo, o lo hacen relacionarse con gente de
"jerarquía superior". Resumiendo: el planeta exaltado produce sucesos
interesantes pero algo forzados, tensos.
Sin duda, Moisés o Edipo deben haber pensado que se habían encontrado
demasiado pronto con su desafío, que la situación los superaba, que
habían conocido personas de jerarquía superior, como Jehová o la
Esfinge.
Claro que quienes definían así la dignidad planetaria no pensaban en
el periplo del héroe, sino en que el planeta en exaltación está algo
forzado por no ser el dueño absoluto del lugar y aunque sea un invitado
de honor, queda sometido a los designios de su anfitrión, el regente del
signo, que sí es "como un señor dueño de su finca, de su hacienda y sus
sirvientes".
Una perspectiva diferente presenta Elmer Bacher. Sostiene que el
planeta se enriquece al no poseer un poder absoluto, se pule en contacto
con el dueño del signo, se socializa. En sus palabras "es fuerte pero
maduro" mientras que en domicilio, el planeta "es fuerte e impetuoso",
con riesgo de ser arbitrario y demasiado seguro de sí, agregaríamos
nosotros.
Tal vez, sería pertinente decir que la exaltación otorga al
funcionamiento planetario un cierto tinte saturnino de delimitación,
mientras que el domicilio concede un matiz jupiteriano de poder y
plenitud.
El Sol en Aries sabe que su poder está subordinado a Marte y que el
verdadero poder depende de constituirse como individuo independiente,
obligado a hacerse cargo de sí mismo.
La Luna en Tauro no pertenece a su entorno como en Cáncer, sino que
elige -función netamente venusina- pertenecer a sus raíces, nutrirse de
su historia y su pasado.
Las luminarias en domicilio son viajeros que inician su periplo,
plenos de entusiasmo, mientras que en la exaltación, están retornando
con la experiencia y la madurez que otorga un largo viaje.
https://carta-natal.es/articulos/regencia-y-exaltacion-del-sol.php
Gerald Durrell combina en sus libros el retrato de gentes y lugares, la autobiografía y un insuperable sentido del humor. Mi familia y otros animales es sin duda su obra más conocida y celebrada. Primera parte de su divertida trilogía de Corfú, que prosigue con Bichos y demás parientes y El jardín de los dioses, la obra nos presenta una ágil y graciosa galería de personajes, como Larry -Lawrence Durrel, el futuro autor del Cuarteto de Alejandría-
y sus estrafalarias amistades, mamá Durrell y su inagotable sentido
común, o Spiro, el corfuano angloparlante, junto con toda una serie de
animales retratados como sólo puede hacerlo quien a lo largo de toda una
vida los ha considerado con inteligencia y ternura.
Aquí lo podeis descargar :
http://fierasysabandijas.galeon.com/enlaces/libros/mifam2.pdf