El texto está en inglés.
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Ante todo, debemos justificar la palabra poco utilizada que sirve de título a
nuestro estudio: ¿por qué «teosofismo» y no «teosofía»? Es que para nosotros,
estas dos palabras designan dos cosas muy diferentes, y porque importa disipar,
incluso al precio de un neologismo o de lo que puede parecer tal, la confusión que
debe producir naturalmente la similitud de expresión. Y eso importa tanto más,
desde nuestro punto de vista, por cuanto algunas gentes tienen al contrario mucho
interés en mantener esta confusión, a fin de hacer creer que se vinculan a una tra-
dición a la que, en realidad, no pueden vincularse legítimamente, como tampoco,
por lo demás, a ninguna otra.
En efecto, muy anteriormente a la creación de la Sociedad Teosófica, el voca-
blo teosofía servía de denominación común a doctrinas bastante diversas, pero
que, no obstante, pertenecían todas a un mismo tipo, o al menos, procedían todas
de un mismo conjunto de tendencias; así pues, conviene conservarle la significa-
ción que tiene históricamente.
https://www.derechopenalenlared.com/libros/guenon-el-teosofismo-historia-de-una_pseudoreligion.pdf
Algunos apologistas trinitarios, acérrimos oponentes a la teología de la unicidad, han intentado dañar el legado teológico de Miguel Servet presentándolo como un altísimo ocultista y un hombre entregado por entero a Satanás, que según ellos se la pasó toda su vida haciendo vaticinios a través de la astrología judiciaria (o adivinatoria). Sin embargo, la verdad es que el paso de Miguel Servet por la astrología judiciaria fue bastante breve (empezó a sus 25 y terminó a sus 27 años), y se produjo en un periodo de su juventud en el cual él reconoció haber abandonado la causa de Dios casi por completo. Finalmente, Servet se retractó de todo cuanto había dicho a favor de la astrología judiciaria. Curiosamente, el argumento utilizado por estos apologistas trinitarios, que dice que donde quiera que se vea la astrología, esta hace que la visión de Dios que tengan sus practicantes esté ligada con el ocultismo, se devuelve violentamente contra ellos, pues bajo dicho criterio se tiene que concluir irremediablemente que la trinidad es ocultismo, en razón a las multitudes de trinitarios que la han practicado a lo largo de los siglos, entre ellos Papas, clérigos, reyes y hombres del común, e incluso protestantes que lideraron la reforma como Felipe Melanchthon (1497 – 1560).
Sprenger dice (antes de 1500 ) : "Hay que decir la herejía de las
brujas y no de los brujos: éstos son poca cosa". Y otro, en tiempos de
Luis XIII: "Por un brujo, diez mil brujas".
"La naturaleza las hace brujas..." Es el genio propio de la mujer y
de su temperamento. La mujer nace hada. Por el retorno regular de la
exaltación, es sibila. Por el amor, maga. Por su finura, su malicia (con
frecuencia fantástica y bienhechora) es bruja y echa suertes, o por lo
menos engaña, adormece las enfermedades.
Todo pueblo primitivo tiene el mismo comienzo: lo vemos por los
Viajes. El hombre caza y combate. La mujer se ingenia, imagina: en-
gendra sueños y dioses. Cierto día es vidente: tiene las alas infinitas del
deseo y del ensueño. Para contar mejor el tiempo, observa el cielo.
Pero la tierra no está por ello menos en su corazón. Con los ojos bajos
sobre las flores enamoradas, ella misma joven y flor, la mujer traba con
las flores un conocimiento personal. Es mujer y les pide que curen a
los que ella ama.
El texto está en inglés. https://www.academia.edu/3314342/Al_Zarq_l_Alfonso_X_and_Peter_of_Aragon_on_the_Solar_Equation?email...