viernes, 7 de noviembre de 2014

Plutón retrógrado . Por Maya Time.













Plutón Retrógrado


El individuo vive un karma de experimentar la conciencia colectiva en si mismo. Siente el impacto del pensamiento mundial, y es consciente de cómo se relaciona éste con las ideas del mundo en todas las épocas. Al no expresar siempre lo que sabe, tiende a ver a los demás como parte de una totalidad más amplia y exclusiva antes que como una base en proporción constante uno a uno. En su vida personal, es mucho menos importante lo que hace que lo que piensa sobre lo que hace. La mayor parte del tiempo vive dentro de su conciencia, cribando la multitud de sentimientos que experimenta en su interior. El crecimiento espiritual posible con Plutón retrógrado sólo está limitado por la mente consciente del individuo. Puede mostrarse literalmente superior a la mayoría del karma de toda la raza si así lo decide. Curiosamente, si trata de evitar la elevación de su karma, sentirá de todos modos los karmas inferiores de cuantos le rodean. Así, si escoge elevarse a si mismo, empezará a vivir realmente la parábola de Jesús de "estar en este mundo pero no pertenecer a él". Para conseguirlo a la larga, atraviesa por retiros temporales durante la primera mitad de la vida, hasta que aprenda a ser impersonal con la intensidad del mundo que siente fuera de él, de modo que al final alcance el punto que ya no sentirá actuar en su interior. Este individuo con Plutón retrógrado piensa en los males de la sociedad como una razón personal para transformarse a si mismo. Sabe que no puede cambiar el mundo, no obstante, le gustaría hacerlo si eso fuera algo práctico o posible. Pero puede cambiar el mundo entero dentro de si mismo, acabando con los lazos de todo lo que le ata a cosas inferiores a su ser purificado. Éste es un proceso que supone varios años, y a veces muchas vidas para conseguirlo. En su más alta manifestación, representa la verdadera conciencia de Cristo de traer a este mundo la forma más pura de amor. En menor medida y con menos frecuencia, elimina continuamente de su vida todos los factores que impiden el progreso de su alma y la expresión de su espíritu. El individuo con Plutón retrógrado experimenta la lucha de la humanidad como un lucha personal consigo mismo. Personalmente, siente la necesidad de vencer en su interior todo lo que ha estado disminuyendo su conciencia de la sociedad en que vive. Así, reacciona enérgicamente ante la falta de honradez de otras personas hacia si mismas, considerándolo como una enfrenta personal a su propio progreso, que cree que debe hacer por el bien último de la civilización de la que él es parte importante. Debe aprender a alejarse un poco de los hábitos y de la forma de comportarse de los demás, cuyas vidas tienen poco que ver en realidad con su propia realidad interna.


Para quienes son capaces de responder a Plutón natal retró­grado, las fuerzas regenerativas que impulsan a una reforma total de la propia conciencia estarán aún más profundamente enclavadas dentro del inconsciente, y no podrán ser expresa­das con facilidad. Al igual que sucede con Urano y Neptuno retrógrados natales, Plutón retrógrado deberá focalizar sus poderes transformativos en las condiciones que ya han sido establecidas dentro del individuo en el pasado. Generalmen­te, el individuo será más cauto psicológicamente que con Plu­tón directo. Se resistirá inconscientemente a que sus rasgos negativos internos sean escrutados tanto por su conciencia como por los demás. Al condenar a esas energías y al no en­contrar canales adecuados para su liberación, ciertas tensio­nes profundamente perturbadoras pueden trastornar el fun­cionamiento sano de la psique. Debido a que este Plutón es más interno, el individuo puede suprimir el deseo a algún nivel. Fuerzas reprimidas pueden crear presiones espantosas que se mantendrán escondidas en el interior, hasta que se produzca una violenta erupción. A veces, esos «despojos» de alta carga emocional pueden ser mejor liberados a través de los estados de sueño profundo, experiencias oníricas muy vivas, o diversas formas de conciencia alterada (a menudo in­ducidas por estímulos químicos). El individuo estará menos inclinado a buscar salidas externas para la liberación de esa energía. La intensidad de la voluntad se enfatizará con la re­trogradación, pero rara vez se exhibirá exteriormente de forma directa. Es más factible que primero sea demoledor con las estructuras internas con las que está en guerra, y que inmediatamente después intente acabar con la estructura so­cial externa. La dificultad aparente en encontrar salidas adecuadas a la poderosa energía plutoniana alentará el desarrollo de fobias poco comunes, complejos emocionales destructivos, com­pulsiones mórbidas, deseos fijos, y una amplia gama de per­versiones. Cuando Plutón retrógrado hace aspectos muy difí­ciles, la hostilidad puede dirigirse hacia el interior de forma implacable, o puede manifestarse como una agresión incon­trolable hacia la sociedad. Un Plutón igualmente afligido pero directo focalizará esa agresividad con más estrategia. Pero dado que los factores inconscientes parecen tener en este caso más influencia sobre su naturaleza, Plutón retró­grado indicará que el individuo posee menos control sobre los elementos más oscuros de sí mismo. Pero a la persona despierta, este Plutón le brinda la oportunidad de indagar profundamente en su interior para descubrir e investigar las raíces causales de sus defectos kármicos. Le permitirá com­prenderse en profundidad, y poseer además una percepción increíble sobre el funcionamiento del inconsciente. Será im­pulsado a explorar las motivaciones psicológicas ocultas de sí mismo y de los demás, en mayor medida que Plutón directo, que gasta demasiado tiempo en sus luchas por el poder, pues­to que la necesidad de dominio sobre los asuntos externos es mucho más fuerte. Plutón retrógrado aumenta la resistencia psicológica, probablemente debido a que este individuo debe volver a examinar partes de su pasado que pueden ser muy amenazadoras y abrumadoras para el ego. Sin ese aguante y esa resistencia interior, es factible que evitase ahondar tanto en sí mismo. Aunque a menudo de manera inconsciente, ten­drá miedo de ser inundado por la parte sombría de sí mismo, y sólo se sentirá más seguro cuando busque conocer activa­mente su naturaleza. Plutón retrógrado es quizás aún más compulsivo en su intento por descubrir los misterios funda­mentales del ser. Como Plutón permanece retrógrado más tiempo que la ma­yoría de los planetas, más personas tendrán a este planeta que a ningún otro retrógrado en su carta natal. Pero como Plutón representa cualidades del ser casi ultrahumanas, muy alejadas de lo que la vida nos ha condicionado a ser, muy pocos individuos serán capaces de manejar sus energías ines­crutables de manera comprensiva. Ya se encuentre retrógra­do o directo, la influencia directa de Plutón sobre la configu­ración consciente del individuo es casi nula. Parece que la única conexión que la mayoría tiene con Plutón es a través del efecto colectivo de los desarrollos masivos, y en especial los de naturaleza revolucionaria. Pero, los carismáticos y poderosos líderes que capitanean tales movimientos sociales, captarán la energía de Plutón a nivel personal. Sin embargo para la gran masa humana, Plutón actúa como una influencia sólo impersonal. Creo que el grupo de almas que encarnan juntas con Plutón retrógrado estarán colectivamente preocu­padas por retener su poder personal, guiadas por la determi­nación férrea de ignorar los símbolos externos de autoridad (mientras que quienes poseen Plutón directo se sentirán más impulsados a unir fuerzas en un intento por abatir tal presión autoritaria a través de la oposición activa). Las almas que tie­nen a Plutón retrógrado tendrán menos deseos de fundirse con el todo colectivo y expresarán rasgos más antisociales. En este grupo se hallarán los seres socialmente más aislados, mientras que los rebeldes agresivos y los descontentos socia­les que intentan minar activamente el Orden Establecido, es­tarán mayoritariamente en el grupo de Plutón directo. Qui­zás el grupo de Plutón retrógrado está empeñado en la revo­lución interior. Estos individuos pueden ser muy distantes, inaccesibles, en el sentido de la intimidad profunda, y más di­fíciles de conocer, quizá debido a su acentuada inclinación al secreto. Viven erupciones psicológicas y purgas internas completas apenas visibles en la superficie. Pero los pocos miembros relevantes de este grupo podrán ayudar a la huma­nidad a dar grandes pasos en la comprensión de los vastos e ilimitados poderes del espíritu, a través del trabajo con el in­consciente personal. Estos son los valientes pioneros dis­puestos a explorar los dominios externos del espacio interior, así como los reinos internos del espacio exterior. Se intere­san especialmente por la fuente del poder que genera los enormes cambios colectivos en el mundo, se sienten impulsa­dos a buscar la clave que les permitirá dominar este poder primigenio. (Pablo Picasso, Marie Curie, Alan Watts, Dylan Thomas, Aleister Crowley, Howard Hughes, Richard Nixon, Timothy Leary).

PROGRESADO: Cuando Plutón se vuelve retrógrado por progresión, perma­nece en esa fase durante el resto de la encarnación (160 años progresados). Los asuntos externos de la Casa que ocupa Plutón natal se volverán más complejos y multifacéticos con el paso del tiempo. Pero también pueden llevar al individuo a conectar con sus poderes regenerativos y produce una mayor renovación personal cuando es manejado con inteligencia. Un renacimiento psicológico, una transmutación de deseos, o una transformación de valores, serán más necesarios ahora que nunca, si quiere beneficiarse de los asuntos de esta Casa. Deberá mirar en su interior con mayor intensidad y con un sentido agudo de la realidad, a fin de comprender dónde y cómo deberá rehabilitarse. Ello exige que se enfrente a esas fuerzas oscuras que en el pasado se hicieron cargo de sus emociones. Quizás las condiciones no eran adecuadas para evolucionar, al comienzo de su vida, y cumplir con sus nece­sidades, por lo tanto no tuvo que confrontar a Plutón retró­grado hasta este momento señalado (su influencia fue mante­nida en suspenso hasta que las condiciones estuviesen madu­ras). Tal vez debería vivir experiencias más adecuadas a un Plutón directo antes de sufrir esta transición. ¿Quién lo sabe con seguridad? Kármicamente, el individuo será reintroducido a obsesiones poderosas o deseos intensos, expresados en vidas pasadas. Ahora será nuevamente puesto a prueba en esta vida, para ver si es capaz de relacionarse con sus potentes fuerzas inter­nas y pasiones, sin dejar que lo consuman o desgasten. Debe estar alerta ante el surgimiento de impulsos por el poder, ins­tintos manipulativos, deseos compulsivos o irresistibles, es­pecialmente de índole antisocial, o impulsos drásticos por cortar completamente las ataduras en las relaciones. Puede darle claves acerca de la parte más tétrica de su ser en rela­ción con las vidas pasadas. Ahora deberá examinar con más cuidado los contenidos de su ser no regenerado. Sin embar­go, este período progresado puede señalar también una eta­pa en la que el individuo es capaz de sintonizar con un nivel de percepción interna, en que reconoce y reclama los recur­sos potentes del alma de un pasado que incrementó significa­tivamente su crecimiento evolutivo. Podrá volver a conectar con esas dimensiones de sí mismo en las que fue capaz de al­canzar un grado de maestría que podrían ayudarlo ahora a limpiar todos los residuos personales y la negatividad racial kármica desde dentro. Martín Schulman cree que Plutón retrógrado permite al individuo experimentar «la conciencia de la masa dentro de sí mismo» Opina que el individuo «ex­perimenta la lucha de la humanidad como una confrontación personal en su interior. Siente personalmente la necesidad de superar en sí mismo todo aquello que disminuyó la con­ciencia de la sociedad en que vive» Estoy totalmente de acuerdo con la percepción de Schulman. Cuando Plutón se pone directo por progresión, sus efectos tardan en manifestarse. Como los otros planetas de la Octa­va Superior, Plutón dirigirá ahora más su atención hacia las necesidades generales de la sociedad, en vez de hacia el auto­desarrollo solitario. Idealmente, el individuo estará prepara­do para un compromiso social profundo, ya que su período recapitulativo ha concluido. Será capaz de ofrecer al mundo los beneficios de los poderes que ha desarrollado durante su período de autoexamen. No quiere decir, sin embargo, que lo hará. Pero las oportunidades para impactar socialmente al mundo se volverán evidentes. En la mayoría de los casos, el individuo se volverá más activo dentro de su propio contexto y aceptará las situaciones como son sin cuestionamientos ni análisis indebidos. Sentirá menos necesidad de ahondar en sí mismo para comprender su existencia, lo que será un agrada­ble alivio para algunos. Afortunadamente, el campo de bata­lla ya no se halla en el interior. Ahora podrá encontrar sali­das externas que le permitan airear sus fuerzas interiores concentradas de una forma que lo gratifique psicológicamen­te. Su atención se irá condicionando lentamente a observar los procesos mundanos en vez de los estrictamente subjeti­vos, descubrirá que posee una perspectiva más amplia de los asuntos sociales, compartida por muy pocos. Es capaz de vi­sualizar el drama humano desde un punto de vista más am­plio. Podrá también comprender mejor la motivación de las masas, incluso en sus expresiones radicales, ya que las ha ex­perimentado en sí mismo. Cuánto más dominio haya adquiri­do durante la fase retrógrada sobre las facetas más oscuras de su sombra, más capaz será de tolerar la expresión de sombras similares a nivel colectivo, ya que no las teme más. Y debido a que es más consciente de su naturaleza, puede ayudar a convertirlas en poderes renovados que contribuyan al creci­miento de la sociedad.

TRANSITO: La fase retrógrada de Plutón en tránsito dura unos 160 días, y ocurre una vez al año. Aunque su influencia se concentra es­pecialmente sobre la Casa que transita en estos momentos, se mueve tan lentamente que incluso su influencia sobre esta Casa podrá parecernos a la mayoría de nosotros poco nítida. Es preciso recordar que Plutón representa esa parte de nues­tra psique que es a menudo difícil de examinar a fondo. Nos indica allí dónde estamos en la total oscuridad, sobre la natu­raleza de los desarrollos internos que atravesamos, ya que trabaja en los niveles más profundos y subterráneos del ser. Pero su acción es inexorable y, a veces, hasta despiadada en el cumplimiento de sus metas últimas. Cuando Plutón está retrógrado, detiene el desarrollo externo de la Casa que transita (aunque con la mayor sutileza), y en vez de ello nos fuerza a focalizarnos allí donde hemos fracasado en regene­rarnos convenientemente durante los tránsitos previos del planeta. Rara vez somos conscientes de este hecho cuando sucede, y cuanto más perceptivos seamos de lo que nos ocu­rre, menos nos sacará de quicio este tránsito. Lo único que parecemos comprender es que ciertos asuntos difíciles del pasado, que fueron en su momento psicológicamente arduos de confrontar, son otra vez puestos en nuestro camino para volver a examinarlos (aun cuando las situaciones parezcan radicalmente diferentes). A Plutón sólo le preocupa confron­tarnos con la esencia de lo que no hemos transformado en una expresión más elevada. No está tan interesado en la forma en que nos trae esa percepción, al menos en términos de cómo amenaza nuestro ser centrado en el ego. Supongo que Plutón piensa que ése es nuestro problema, no el suyo. Plutón cuenta con muchos recursos que usará para impactar profundamente, y a veces de manera perturbadora, nuestra naturaleza, según las enraizadas vulnerabilidades que hemos permitido que corran desenfrenadas. Como Plutón es un planeta de motivaciones extremas, se in­clina a atacar esas partes más radicales de nosotros, y sólo nos fuerza a transformar lo que necesita rehabilitación. En estos momentos, Plutón retrógrado continua azuzándonos de una forma que puede parecernos incomprensible, e inclu­so persecutoria, cuando se considera desde nuestra experien­cia mundana cotidiana. Algunos de nosotros trataremos de oscurecer nuestras intenciones interiores en este sector de la vida y permanecer inocentes sobre la naturaleza de nuestras acciones, en cambio Plutón mantendrá su aguda mirada sobre las motivaciones reales y básicas detrás de tales acciones. Desde un punto de vista práctico, Plutón retrógrado en trán­sito sugiere que el individuo tiene una oportunidad, según la Casa implicada, para desandar sus pasos y descubrir las fuen­tes latentes de poder (recursos ocultos) previamente ignora­dos, que ahora pueden ayudarlo a avanzar sus objetivos en este sector, una vez que hayan sido desenterradas. Depende­rá especialmente del grado de autodisciplina, control emo­cional, y también de los apetitos (la sensualidad puede ser un problema cuando Plutón es muy activo en la carta). Plutón en esta fase puede incluso forzarnos a revaluar nuestros de­rechos y valores en relación a los ajenos. Plutón nos lleva a concentrarnos más profundamente en la naturaleza básica de las actividades de esta Casa en vez de dispersar al azar nues­tros intereses según los dictados de nuestra voluntad, si lo ha­cemos nos veremos obligados a una autoconfrontación tensa con las partes sin resolver de nosotros mismos, que nos senti­mos impotentes para superar. Como Saturno, Plutón nos muestra la realidad de nuestras limitaciones, aunque desde un punto de vista más psicológico. Para el individuo cons­ciente de sí mismo, puede ser una etapa maravillosa para aplicar sus percepciones más penetrantes sobre los elemen­tos descarriados del ser interno que necesitan una especie de renacimiento. Se trata de esas partes de la psique que se re­sisten de forma crónica a cambiar constructivamente su nivel emocional. Usualmente, donde exista la mayor resistencia interna a alterar nuestro esquema interior, es allí donde Plu­tón realiza su trabajo más efectivo. A Plutón retrógrado en tránsito le atrae explorar nuestras debilidades ocultas en el sector en que focaliza sus habilida­des escudriñadoras. En su fase retrógrada, todavía está más atento a los sutiles detalles que normalmente se pasan por alto. Ya que su período transitante retrógrado dura tanto, el individuo es gradualmente condicionado a ahondar en sí mis­mo para crecer en este sector, dado que las situaciones nor­males por sí solas no le proveerán de este potencial. Necesi­tará retirarse psicológicamente si desea ser más consciente de los recursos que le llegan desde sus profundidades inter­nas. Quienes no son autoconscientes tendrán menos posibili­dades de buscar los potenciales sutiles que se presentan en estos momentos. Se limitan a reaccionar al sorprendente giro de los sucesos que ocurrirán sin comprender nada, y sintién­dose víctimas de las circunstancias. Pero incluso este senti­miento indica una cierta sintonización con Plutón. Para la mayoría de personas, el tránsito retrógrado de Plutón por una Casa pasa casi desapercibido.

Para terminar este capítulo, me gustaría agregar que cuando un planeta se halla en su fase retrógrada, astronómicamente se halla más cerca de la Tierra. Durante este período parece tener más brillo que nunca (su disco parece más grande cuan­do se lo mira por el telescopio). En su libro Ciclos del Deve­nir, Alexander Ruperti establece que, «Cuando un planeta se pone retrógrado, lo que sucede desde un punto de vista geocéntrico no es que se mueva hacia atrás, sino que el plane­ta describe, al acercarse a la Tierra, una curva aparente en el espacio. Parece salir de su sendero orbital regular, como si fuese empujado hacia la Tierra, formando una curva que se dirige hacia nuestro planeta.»' Otro hecho astronómico inte­resante es que los planetas Mercurio y Venus forman conjun­ción con el Sol cuando se hallan en el punto medio de su ciclo retrógrado, mientras que los restantes cuerpos celestes, de Marte a Plutón, se oponen al Sol cuando se encuentran en el punto medio de su ciclo retrógrado. Observen que todos los planetas (a excepción de la Luna) en oposición al Sol, esta­rán siempre en posición retrógrada en la carta natal. Ruperti interpreta a un planeta retrógrado como aquel que permite al individuo estudiar su funcionamiento más atentamente (ya que se mueve más cerca de la Tierra), posibilitándonos quizá desarrollar nuevas perspectivas de ese planeta. Dane Rudh­yar cree que el factor importante de un planeta retrógrado es que se aleja de la dirección del Sol y de la Luna, sugiriendo que simboliza fuerzas que van contra el flujo natural de las energías de la vida, a fin de ayudarnos a regresar y encontrar soluciones mejores a los problemas que surgirán natural­mente durante el período directo.' El hecho que los planetas retrógrados nos parezcan más grandes y brillantes en este momento que ningún otro podría sugerir simbólicamente una iluminación mayor, quizá debido a nuestra sintonización más directa con nuestro inconsciente. Así como están astro­nómicamente realzados en este momento, también ilumina­rán aquellos factores psicológicos de nuestra naturaleza que necesitan de un examen más atento para ayudarnos a encon­trar modos más ventajosos de descifrar nuestro ser.


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