jueves, 20 de junio de 2019

El arcipreste como Homo Astrologicus. Por Marcelino V. Amasuno













En otra ocasión y lugar, al referirme al Prólogo en prosa del Libro de buen amor,
señalaba la presencia de un discurso afín al teológico-moral: el fisio-médico
(Amasuno 2004). Este hecho nos alertaba sobre la importancia de ciertos aspectos
fisiátricos estrechamente vinculados al “loco amor” y que giraban en torno a la acción
de la cupiditas en su dimensión de realidad energético-biológica. En calidad de tal,
aparecía como forjadora de la conducta del individuo afligido por la pasión amorosa, a
más de ser una de las claves aclaratorias de la personalidad del proteico protagonista
del Libro (a partir de aquí arcipreste). Partiendo de este hecho, importa ahora
considerar otras facetas antropológicas que, como ente de ficción literaria, componen
y perfilan su personalidad, todas ellas reflejo de la acción conjunta de proyecciones
intelectuales procedentes de otro campo del saber que, junto a la medicina, se
inscriben en el estudio de la humana natura. De capital interés al propósito que guía
las páginas que siguen es lo que deriva de una parcela intelectual de enorme prestigio
en aquellos momentos, la astronomía/astrología.



https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3661333






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