viernes, 20 de septiembre de 2019

Alquimia. De Titus Burckhardt














Desde el Siglo de las Luces, la alquimia ha sido considerada como precursora de la química moderna y, por tanto, casi todos los investigadores que se han ocupado de ella se han limitado a buscar en sus escritos el punto de arranque de los posteriores descubrimientos de la Química. Este enfoque unilateral ha permitido, por lo menos, sacar a la luz un cúmulo de antiguas prácticas artesanas para la preparación de metales, colorantes y vidrio, escogidas de entre unos procesos aparentemente absurdos que, sin embargo, desempeñaban el papel más importante en la alquimia propiamente dicha. El que tal legado fuera en realidad copioso hacía más inexplicable aún aquel tenaz apego de los alquimistas a las fórmulas de su «magisterio» que, desde el punto de vista químico, eran del todo insensatas. La única explicación consistía en suponer que el irresistible deseo de obtener oro ha tentado una y otra vez a los hombres a creer en fórmulas fantásticas que, si bien se mira, no son sino la aplicación práctica de la antigua filosofía natural, entreverada de supersticiones; algo así como si se hubiera tratado de infundir en el cuerpo la «materia prima» aristotélica de todas las cosas mediante una combinación de toscas operaciones manuales y mágicos conjuros. A nadie le pareció inverosímil que, del engaño en el error y del error en el engaño, un «arte» semejante pudiera extenderse y prosperar en las más diversas civilizaciones de Oriente y de Occidente durante cientos e incluso miles de años.

http://elanubismo.com/images/libros/LIBROS%20EDILBERTO/LIBROSCARATULA/alquimia%20titus%20burckhardt.pdf


 

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