miércoles, 4 de septiembre de 2019

Epicuro. Carta a Meneceo.















La Carta a Meneceo es el documento fundamental de la ética epicúrea que ha llegado hasta nosotros. Representa, ciertamente, una pequeña muestra de las ocupaciones de Epicuro con la filosofía práctica, si se considera la pérdida de numerosas y probablemente extensas obras de un autor tan excepcionalmente prolífico: Del fin, De las elecciones y los rechazos, Del amor, De [los géneros de] vidas (cuatrolibros), De la justicia y demás virtudes, De las obras justas, Opiniones acerca de las pasiones, sin contar otros tratados y varias Epístolas, según el catálogo que transmite Diógenes Laercio. Es a éste a quien debemos la conservación del texto íntegro de la Carta, así como de otras dos, a Heródoto y a Pitocles, y de las Máximas Capitales, que, junto a las Sentencias Vaticanas y a otros fragmentos, forman el corpus epicureum.
 Pero, a pesar de lo exiguo del legado, la Carta a Meneceo tiene un valor precioso, porque en ella ofrece Epicuro un resumen de su concepción ética, el cual, aunque está aliviado de las copiosas argumentaciones que seguramente poblaban los tratados, permite hacerse una idea casi completa de aquélla. Sólo las relaciones humanas y sociales, cuya consideración está presidida por los respectivos conceptos de amistad y de justicia, no reciben tratamiento expreso aquí; las Máximas Capitales y las Sentencias Vaticanas aportan el indispensable complemento sobre esas materias.


http://onomazein.letras.uc.cl/Articulos/4/23_Oyarzun.pdf



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