Seguramente alguna vez habéis escuchado la expresión “que no te la den con queso”. En España significan algo similar a “que no te engañen” o “que no te tomen el pelo”.
Lo que seguro que no sabéis es el origen de esta expresión. Y seguro que tiene que ver con algo que os ha pasado más de una vez.
¿A que muchas veces habéis tomado vino con queso? Pues seguramente
ahí os la han dado con queso… y es que el origen de la expresión tiene
que ver precisamente con la mezcla del sabor de estos alimentos.
Resulta que el queso es capaz de engañar a las papilas gustativas
haciéndolas insensibles a ciertos defectos de los vinos malos. Esto lo
sabían los antiguos comerciantes de vino… y sacaban partido de ello.
Cuando un comerciante tenía una partida de vino especialmente mala,
se la daban a probar al posible comprador acompañada con una tapita de
queso. Eso hacía que el vino aún y siendo una mierda resultara exquisito
al comprador.
Así que ya sabes, si quieres dársela con queso a un amigo rellena una
botella de Vega Sicilia con Don Simón y acompáñalo con una tapita de
buen queso. Éxito garantizado!
http://marianitu.com/2011/02/17/el-origen-de-la-expresion-que-no-te-la-den-con-queso/
¿ Que os parece esta cita ?, se las trae ¿ eh ?.
Para mi es una gran verdad, siempre y cuando vivas para contarlo.
De lo contrario, ya entraríamos en el discurso metafísico, y a mi con esta vida, de momento, me sobra.
Los grandes cambios suelen siempre venir a partir de un " mal ".
Un divorcio, una enfermedad, la muerte de un ser querido, una adicción.
Con la perspectiva que da el tiempo, ese " mal ", puede ser " vivenciado" como un bien, si se cerró bien la herida.
Luego también está aquella otra cita, obvia, que reza : " No hay mal, que cien años dure "
Y algún iluminado, le añadió la coletilla : " Ni cuerpo que lo resista ".
A menudo me ocurre que me preguntan por mi trabajo, por lo que hago, y a las primeras de cambio la persona se detiene a contemplar el vuelo del primer mosquito que pasa.
Y pasa de ti, olímpicamente.
Absolutamente.
Otras veces, uno busca las palabras más adecuadas para hacer comprensible su discurso, y el interlocutor se quedó en Babia desde hace días.
No te hace ni puto caso.
Ni le importa una mierda lo que dices.
Son situaciones que me dejan perplejo, y que al rememorarlas uno no deja de sorprenderse sobre la especie humana.
En fin, escribo esto porque me ha pasado tres o cuatro veces en estos últimos dias.
Gente que parece muy interesada en lo que haces, y en lo que trabajas, pero solo es una pose.
Postureo.
En fin , anécdotas.
Si, ¿ pero para que preguntan ?
Hay gente, colegas mios sobre todo, que le dan mucha importancia a las malas Sinastrías.
Obviamente vamos a tener más dificultades para relacionarnos con personas con quién no tengamos lunas afines, por ejemplo.
Pero si hay voluntad por ambas partes, eso solo será al principio.
También va a depender del ciclo que esté viviendo cada persona en particular, por supuesto.
En el fondo yo creo que el rechazo mutuo se debe a que la percepción de la Realidad está en las antípodas, uno del otro.
Por ejemplo, yo tengo una mala Sinastría con otro " astrólogo " que no citaré, pero muchos ya sabeis quién es.
Mi Saturno en Capricornio , está en conjunción a su Ascendente, solo por citar un dato.
Pero ese " señor " y yo, vivimos en planetas absolutamente distintos, y no habrá puente que los una, jamás.
Vamos a ver la carta de Mónica Lewinsky para el dia 14.11.1995, que es cuando da inicio su "affaire" con Bill Clinton
Esta es su carta en Sinastría a las Direcciones Primarias.
Marte y el Sol como cronocratores, en una relación por cuadratura.
Marte en Domicilio, y presente en casa V, y el Sol en Domicio, y en casa X.
Mucho fuego en esa época.
Importante la Dirección Primaria del Parte de Infortunio, sobre su Venus natal, un venus también caliente, por su posición en Leo
Venus, regente de su Ascendente, y también de su casa VIII.
Veamos ahora el gráfico triple para ese día.
Nos encontramos en un año donde el Sol es Señor del año
El Ascendente de Profección, se va a poner sobre Venus, que es el otro planeta importante de ese ciclo que está viviendo.
Un Venus dispositado por el Sol, además.
Una carta bien rectificada, sin ninguna duda, aunque yo le añadiría quizá un minuto más.
https://www.infobae.com/america/eeuu/2018/11/16/monica-lewinsky-revelo-que-hizo-para-llamar-la-atencion-y-enloquecer-a-bill-clinton/
https://es.wikipedia.org/wiki/Monica_Lewinsky
El hombre es la medida de todas las cosas
Qué significa El hombre es la medida de todas las cosas:
“El
hombre es la medida de todas las cosas” es una afirmación del sofista
griego Protágoras. Es un principio filosófico según el cual el ser humano es la norma de lo que es verdad para sí mismo, lo que también implicaría que la verdad es relativa a cada quien. Tiene una fuerte carga antropocéntrica.
Debido
a que las obras de Protágoras se perdieron en su totalidad, esta frase
ha llegado hasta nosotros gracias a que varios autores antiguos, como
Diógenes Laercio, Platón, Aristóteles, Sexto Empírico o Hermias, la
refirieron en sus obras. De hecho, según Sexto Empírico, la frase se
encontraba en la obra Los discursos demoledores, de Protágoras.
Tradicionalmente, la frase ha sido incluida dentro de la corriente de pensamiento relativista.
El relativismo es una doctrina de pensamiento que niega el carácter
absoluto de ciertos valores, como la verdad, la existencia o la belleza,
pues considera que la verdad o falsedad de toda afirmación está
condicionada por el conjunto de factores, tanto intrínsecos como
extrínsecos, que inciden en la percepción del individuo.
Análisis de la frase
La
frase “el hombre es la medida de todas las cosas” es un principio
filosófico enunciado por Protágoras. Admite diferentes interpretaciones
dependiendo del sentido que se atribuya a cada uno de sus elementos, a
saber: el hombre, la medida y las cosas.
Pensemos, para empezar, a
qué se podía estar refiriendo Protágoras cuando hablaba de “el hombre”.
¿Sería, acaso, al hombre entendido como individuo o al hombre en un
sentido colectivo, en cuanto especie, es decir, a la humanidad?
Considerado el hombre en un sentido individual, podríamos afirmar, entonces, que habría tantas medidas para las cosas como hombres existen. Platón, filósofo idealista, suscribía esta teoría.
Pensado
el hombre en un sentido colectivo, serían admisibles dos enfoques
diferentes. Uno según el cual ese hombre colectivo haría referencia a
cada grupo humano (comunidad, pueblo, nación), y otro extensivo a toda
la especie humana.
La primera de estas hipótesis, pues, implicaría cierto relativismo cultural, es decir, cada sociedad, cada pueblo, cada nación, actuaría como medida de las cosas.
Por su parte, la segunda de las hipótesis concebida por Goethe, supondría considerar la existencia como la única medida común a todo el género humano.
Lo cierto es que, en todo caso, la afirmación del hombre como medida de las cosas tiene una fuerte carga antropocéntrica, lo cual, a su vez, describe un proceso de evolución del pensamiento filosófico en los griegos.
De una primera fase, donde se coloca a los dioses en el centro del pensamiento, como explicación de las cosas, se pasa a una segunda etapa cuyo centro será ocupado por la naturaleza y la explicación de sus fenómenos, para, finalmente, arribar a esta tercera fase en la cual el ser humano pasa estar en el centro de las preocupaciones del pensamiento filosófico.
De
allí, también, la carga relativista de la frase. Ahora el ser humano
será la medida, la norma a partir de la cual serán consideradas las
cosas. En este sentido, para Platón el sentido de la
frase se podría explicar de la siguiente manera: tal me parece a mí una
cosa, tal es para mí, tal te parece a ti, tal es para ti.
Nuestras
percepciones, en suma, son relativas a nosotros, a lo que a nosotros
nos parece. Y aquello que conocemos como “propiedades de los objetos”
son en realidad relaciones que se establecen entre los sujetos y los
objetos. Por ejemplo: un café puede estar demasiado caliente para mí,
mientras que para mi amigo su temperatura es idónea para beberlo. Así,
la pregunta “¿el café está muy caliente?”, obtendría dos respuestas
diferentes por parte de dos sujetos distintos.
Por esta razón, Aristóteles interpretaba que lo que en realidad quería decir Protágoras era que todas las cosas son tales como a cada uno le parecen.
Si bien contrastaba que, entonces, una misma cosa podría ser a la misma
vez buena y mala, y que, en consecuencia, todas las afirmaciones
opuestas vendrían a ser igualmente verdaderas. La verdad, en definitiva,
sería entonces relativa a cada individuo, afirmación en la que se
reconoce, efectivamente, uno de los principios capitales del
relativismo.
Sobre Protágoras
Protágoras, nacido es Abdera, en 485 a. de C., y fallecido en 411 a. de C., fue un célebre sofista griego, reconocido por su sabiduría en el arte de la retórica
y famoso por haber sido, a juicio de Platón, el inventor del papel del
sofista profesional, maestro de retórica y conducta. El propio Platón,
además, le dedicaría uno de sus diálogos, el Protágoras, donde
reflexionaba sobre los distintos tipos de sofistas. Pasó largas
temporadas en Atenas. Le fue encomendada la redacción de la primera
constitución en que se establecía la educación pública y obligatoria.
Debido a su postura agnóstica, sus obras fueron quemadas y el resto de
las que permanecieron con él se perdieron cuando el barco en que viajaba
al destierro zozobró. Es por esto que hasta nosotros apenas han llegado
algunas de sus sentencias a través de otros filósofos que lo citan
https://www.culturagenial.com/es/el-hombre-es-la-medida-de-todas-las-cosas/
http://es.antiquitatem.com/hombre-medida-todas-las-cosas-protagoras